Permite comprender y gestionar nuestras emociones, mejorar las relaciones interpersonales y potenciar habilidades como el liderazgo.
Tenemos el agrado de inaugurar en este espacio TEC, una columna especialmente dedicada a la promoción de la ley de Educación Emocional, apostando a su concreción para que se incorpore en la formación de las actuales y nuevas generaciones de profesionales técnicos de nuestra provincia. Para ello te acercamos una serie de temáticas referidas a la inteligencia emocional direccionada al sector emprendedor a cargo de la colega Lorena Sanhueza referente del departamento de Salud & Bienestar, quien desarrollará el tema en sucesivas ediciones de este periódico mensual.
Una nueva mirada
Somos seres emocionales que convivimos dentro de un sistema social compuesto por diferentes áreas, en las cuales podremos desarrollarnos de manera más adaptativa si conectamos con nuestra inteligencia emocional.
Las capacidades y habilidades para tener éxito en la vida, no solo se relacionan con nuestro coeficiente intelectual, o con la formación de estudios que tenemos. La base del éxito tiene que ver con poder comprendernos a nosotros mismos y a los demás.
El concepto de Inteligencia emocional fue desarrollado por los psicólogos Peter Salovey y John Mayer y a través del psicólogo Daniel Goleman y su libro
“Inteligencia emocional” (1995), fue siendo reconocida esta teoría.
Las emociones juegan un papel fundamental en nuestro día a día. Los estudios afirman que a través de ellas tomamos el 85% de nuestras decisiones. Un número que impacta y nos hace pensar.
Los principales componentes de la inteligencia emocional son:
– Autoconciencia Emocional
Conocer nuestros propios sentimientos y emociones. Empezar a observar como nuestro estado de ánimo influye en nuestra conducta, en nuestras acciones y por lo tanto en nuestros resultados.
– Gestión Emocional
Al conocer nuestras emociones podemos empezar a gestionarlas, con la reflexión, el dialogo interno y diversas técnicas adecuadas para esto. Conocer el circuito emocional nos ayuda a entender el poder de nuestros pensamientos y creencias y así poder trabajar sobre esto.
– Automotivacion
Tener objetivos y metas y enfocar-nos en ellos desde los recursos positivos y la motivación y no desde los obstáculos.
– Comprensión de las emociones de los demás.
Desarrollar nuestra empatía nos permite fortalecer las relaciones interpersonales y generar vínculos desde un lugar más saludable, lo que es de gran ayuda en todos los ámbitos de nuestra vida.
– Habilidades sociales
Al mejorar nuestras relaciones interpersonales, nuestro ser social se fortalece y nuestro desempeño es más positivo. Podemos así empezar a comprender el mejor el contexto en el cual tenemos que vincularnos. Así, la Inteligencia emocional es una de las claves para el éxito personal, profesional y social.
El aporte a la empresa
Las personas con Inteligencia emocional aportan a la empresa:
– Capacidad de negociación
Conocer nuestras emociones y reacciones, gestionarlas y conocer al otro, nos lleva a negociaciones exitosas.
– Liderazgo
La inteligencia emocional brinda manejo del estrés, confianza, motivación, autoridad sin ser autoritarios y proactividad para ser parte de un equipo o
ser el líder del mismo.
– Resolución de conflictos
Los conflictos son productos mu chas veces de diferencias entre las necesidades de cada parte. Analizar, reflexionar, mirar los distintos puntos de vistas y ser flexibles ayuda a llegar acuerdos.
– Comunicación asertiva
Una comunicación eficiente y clara facilita las relaciones y los procesos en cualquier ámbito.
– Productividad y rentabilidad
Todo lo visto anteriormente impacta en los resultados de la empresa y en su éxito.
Por: Lorena Sanhueza
Téc. en Consultoría Psicológica MP TEC 01503
Departamento de salud y Bienestar – CPTN
Contacto: comisionbienestarcptn@gmail.com